REVOLVER 38 CON CACHAS DE CUERNO DE VENADO
El revólver expuesto en el Museo de la Charrería es una notable pieza de colección. Se trata de un revólver calibre .38 con un cilindro de cinco tiros de muela y mecanismo de apertura superior. Sus cachas, confeccionadas en auténtico cuerno de venado, destacan por su belleza natural y la ausencia de logotipos visibles, lo que realza su sobriedad y elegancia. Esta arma es un testimonio de la maestría y precisión en la fabricación de armas de fuego de la época.
La Eastern Arms Co., con sede en Meriden, Connecticut, fue una destacada empresa en la industria armamentista de los Estados Unidos durante el período comprendido entre 1905 y 1918. Reconocida por la producción de una amplia variedad de revólveres, escopetas y rifles de alta calidad, este revólver calibre .38 con cilindro de cinco tiros de muela y cachas de cuerno de venado es un ejemplo sobresaliente de su artesanía y pericia técnica. Esta pieza es un valioso vestigio de la rica historia de la fabricación de armas en los Estados Unidos y un tributo a la herencia de la Charrería.
Las cachas de cuerno de venado no solo cumplen una función estética, sino también práctica, y representan un material utilizado antes de la popularización de la baquelita y los plásticos en la fabricación de empuñaduras. Su textura natural proporciona un agarre firme y seguro, incluso en condiciones adversas, lo que las hace ideales para el manejo de armas. Además, su resistencia y durabilidad las convierten en un material altamente valorado para este propósito. Cada cacha, con sus patrones únicos, aporta un toque personalizado al arma, reflejando la conexión entre la funcionalidad y el diseño artesanal en la tradición armamentista, y mostrando una transición histórica hacia materiales más modernos.
"(《世界人权宣言》) baquelita, uno de los primeros plásticos sintéticos, fue ampliamente utilizada para fabricar cachas de armas de fuego durante el siglo XX, especialmente entre las décadas de 1920 y 1950. Este material era valorado por su resistencia al desgaste, capacidad de moldearse en diversos diseños y texturas, y su costo relativamente bajo en comparación con materiales naturales como madera, marfil o cuerno de venado.
La baquelita ofrecía ventajas importantes como una mayor uniformidad en la producción y la posibilidad de incorporar detalles o logotipos directamente en el molde. Por ello, muchas empresas armeras adoptaron la baquelita para sus empuñaduras antes de que los plásticos modernos la desplazaran a mediados del siglo XX.
Sin embargo, las cachas de baquelita eran más comunes en armas de producción masiva, mientras que los materiales como el cuerno de venado seguían siendo utilizados para armas personalizadas o de lujo.