La suerte de las Manganas a Pie, distinguida por su espectacularidad y precisión, resalta la habilidad excepcional del manganeador en el manejo experto de la reata y su capacidad para coordinar con destreza esta ejecución con los tres arreadores encargados de conducir la yegua.
El manganeador despliega un virtuosismo impresionante al ejecutar el floreo de reata, una técnica que requiere una maestría innata y una sincronización perfecta. La habilidad para controlar el ritmo y la trayectoria de la cuerda, así como la destreza en el momento preciso del lanzamiento, son fundamentales para asegurar el éxito en esta suerte.
La colaboración entre el manganeador y los arreadores es crucial. La yegua, guiada por los arreadores, debe ser conducida de manera precisa para que el manganeador pueda ejecutar su lance con la máxima eficiencia. Esta sincronización entre los participantes es una muestra de la maestría y el trabajo en equipo que caracteriza a la charrería.
A lo largo de la historia, destacados charros han desarrollado técnicas especiales en la Suerte de las Manganas a Pie. Entre ellas, se destacan el «Tirón del Ahorcado» y el «Tironero de la Flecha», dos variantes que requieren una habilidad extraordinaria y que han sido perfeccionadas por maestros de la charrería. Anastacio Becerra, conocido como «El Apache», es reconocido por su destreza en el «Tirón de la Muerte», mientras que Carlos Rincón Gallardo ha dejado su marca con el «Tirón de la Flecha». Estas técnicas añaden un nivel adicional de complejidad y espectacularidad a esta suerte tan emblemática.