Dentro del acervo del Museo de la Charrería se guarda con especial reverencia un tesoro simbólico: la llave de la ciudad de Madrid. Este pequeño pero significativo objeto fue gentilmente obsequiado por el alcalde de Madrid a la Federación Mexicana de Charrería en un gesto que trasciende fronteras y que marcó un capítulo histórico en la relación entre España y la charrería mexicana.

El acontecimiento tuvo lugar en el año 1977, cuando el doctor José Islas, entonces presidente de la Federación Mexicana de Charrería, emprendió un viaje histórico lleno de camaradería y reconocimiento. La entrega de la llave de la ciudad de Madrid se erige como un gesto de profundo aprecio y respeto hacia la rica tradición de la charrería, la cual ha trascendido generaciones y fronteras.

Esta distinción no solo resalta la importancia de la charrería en el contexto cultural y deportivo, sino también subraya la estrecha relación histórica entre México y España. A través de este gesto, se honra la herencia compartida y se fortalecen los lazos de amistad que unen a ambas naciones.

La llave de la ciudad de Madrid, resguardada en esta cajita, se erige como un símbolo tangible de la profunda conexión entre la charrería y la historia de España. Es un recordatorio de que la charrería no solo es un deporte, sino también una expresión de identidad y tradición que trasciende fronteras y une a pueblos en un lazo de aprecio mutuo. Este tesoro enriquece el patrimonio del Museo de la Charrería, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de reflexionar sobre la importancia de la charrería en la construcción de puentes culturales y amistosos entre naciones.