MONTURA DEL GRAL. MIGUEL MIRAMÓN
La silla que se exhibe en el Museo de la Charrería es una pieza de notable importancia histórica. Perteneció al distinguido General Miguel Miramón, quien ostenta el título de ser el Presidente más joven en la historia de México, asumiendo el cargo a la temprana edad de 27 años. Esta pieza es un testimonio tangible de la vida y legado de un hombre que desafiando la adversidad, contribuyó a la defensa de la nación en momentos críticos.
El diseño de la silla es una muestra de la artesanía excepcional característica de la charrería. Cantinas redondas y bastos redondos, meticulosamente elaborados con cordón de pita, están adornados con intrincados bordados en hilo de oro y plata que forman el monograma “Marinita”. Cada detalle refleja la habilidad y dedicación de los artesanos que crearon esta obra. Con más de 150 años de antigüedad, esta silla ha sobrevivido al paso del tiempo, siendo testigo silencioso de eventos cruciales en la historia de México.
Además, la silla presenta elementos adicionales que resaltan su singularidad. La cabeza, los hombros, la teja y la campana están revestidos con lámina de plata repujada, aportando un toque de elegancia y distinción. Esta meticulosidad en la elaboración indica no solo un nivel de maestría artesanal, sino también un aprecio por la historia y el valor del General Miramón.
Desde los días de gloria de Miguel Miramón como uno de los “niños héroes” en la defensa del Castillo de Chapultepec ante la invasión estadounidense de 1847, hasta los momentos finales de su vida, cuando fue fusilado junto a Maximiliano en el Cerro de las Campanas en 1867, esta silla es un vívido recordatorio de la valentía y sacrificio de aquellos que lucharon por la independencia y la integridad de la nación mexicana.