TROFEO GUADALUPANO
El Trofeo Guadalupano, una obra artística de profundo simbolismo expuesta en el Museo de la Charrería, encapsula la conmovedora leyenda de la aparición de la Virgen de Guadalupe al indígena chichimeca Juan Diego. Esta historia se ha erigido como un pilar fundamental de la cultura y la fe mexicana.
En la obra, el charro, ataviado con su característico traje, representa a Juan Diego, el mensajero de la Virgen. El sombrero, símbolo emblemático de la charrería, adquiere un nuevo significado al representar el ayate en el que quedó impresa la imagen milagrosa.
Esta escultura del Trofeo Guadalupano es una inspiración del maestro Humberto Aguirre, quien por encargo del mismo Padre Barajas comprendió el sentido del mensaje a la Virgen de Guadalupe. La obra de bronce exhibe la imagen de la Morenita del Tepeyac con un charro postrado a sus pies. Este trofeo es apreciado tanto en el ámbito deportivo como en el artístico, al unir la religión y la charrería en un mismo camino.
El Guadalupano tuvo su génesis en 1962 por iniciativa del Padre Barajas, quien era Secretario de Actas de la Federación Nacional de Charros durante la gestión de Don Luis Gómez.
Cabe destacar que en 1979, durante su visita a México, Su Santidad Juan Pablo II impartió su bendición a esta emblemática escultura. Esta representación artística en el Trofeo Guadalupano nos invita a reflexionar sobre la profunda conexión espiritual entre la Virgen de Guadalupe y el charro mexicano. Cada vez que admiramos esta obra, somos recordados de la importancia de la fe, la devoción y la rica tradición que rodea a este evento milagroso. El Trofeo Guadalupano en el Museo de la Charrería es un testimonio conmovedor de la influencia duradera de la Virgen en la cultura y la identidad de México.