Esta silla de gala es una verdadera joya de la artesanía charrera. Cada detalle revela la habilidad y dedicación de los artesanos que la crearon. El cuero de la silla está adornado con un supremo trabajo en pita, un arte tradicional que requiere precisión y paciencia. Los intrincados diseños en pita dan vida a esta silla, añadiendo una elegancia única.

El fuste, realizado en marquetería, es una muestra de maestría en la manipulación de la madera. Esta técnica consiste en incrustar diferentes tipos de madera o incluso metal para crear patrones y diseños intrincados. La combinación de maderas en el fuste le otorga una riqueza visual y una profundidad que captura la atención de quienes lo contemplan.

El fuste abierto es un indicador revelador de la época en que fue creada. En aquel entonces, los caballos criollos, que eran más delgados que los caballos actuales, requerían una silla que se adaptara a su morfología. Esta silla, con su diseño meticulosamente pensado, refleja la atención al detalle y la comprensión profunda de las necesidades de los jinetes y sus monturas.

Esta silla de gala es más que una pieza de mobiliario. Es una obra de arte funcional que lleva consigo la historia y la habilidad de los artesanos charras. Cada vez que se contempla esta silla, se rinde homenaje a la tradición y la maestría que han perdurado a lo largo de los años en el mundo de la charrería.