Vestido de china poblana con una falda en color rojo combinada con beige. El color beige se encuentra en la cadera y la parte baja de la falda, decorada con un cuajado de lentejuelas grandes en color plata combinadas con chaquira. Al centro y al frente de la falda, se aprecia un águila, y bajo el águila, un círculo. En la parte baja, todo el contorno está bordado con mariposas y guías, mientras que en los dos laterales destacan bordados con motivos prehispánicos.

El atuendo se complementa con una faja roja, una blusa blanca de manta bordada con motivos florales en hilo fino, y un trenzado con triángulos en color rojo en los contornos del cuello y las mangas. Un rebozo rojo cubre parte de los hombros, y en el cuello luce un collar de cuentas en colores rojo y verde.

La historia y los antecedentes del traje de China Poblana se remontan a los siglos XVII y XVIII en México. Su origen está ligado a una rica fusión cultural entre China, India, y la Nueva España colonial.

El traje de China Poblana es una fusión de elementos de la vestimenta tradicional india, como la choli (blusa corta), la sari (tela envolvente) y el odhani (pañuelo), con influencias locales mexicanas, como las enaguas y las faldas amplias. La combinación de telas ricas, bordados elaborados y colores vibrantes dio lugar a una prenda única que reflejaba la diversidad y la creatividad de la época.

Con el tiempo, el traje de China Poblana se convirtió en un símbolo de identidad mexicana y un ícono de la cultura popular. Fue adoptado en festividades, bailes tradicionales y celebraciones patrióticas. A lo largo de los siglos, ha evolucionado y se ha adaptado, pero siempre ha mantenido su esencia distintiva.

Hoy en día, el traje de China Poblana sigue siendo una representación tangible de la rica herencia cultural de México y un homenaje a la mezcla de influencias que ha dado forma a la identidad del país. Su legado perdura como un recordatorio de la diversidad y la creatividad que enriquecen la historia de México.